En plaza Artigas se realizó el acto celebrando el 153º aniversario de la Declaratoria de Paysandú Ciudad, hace 153 años. Tras la entonación del Himno Nacional y del de Paysandú, interpretado por Ana Prada y artistas locales, el Intendente Caraballo acompañado del Presidente de la Junta Departamental, Jorge Dighiero y escolares depositaron una ofrenda floral al pie del monumento a Artigas.
El Jefe del Puerto de Paysandú, Jorge Granja, le entregó al Intendente una placa alusiva a la fecha, de la Administración Nacional de Puertos (ANP), mientras que Susana Galusso y Sonia Binneweis, Embajadoras de la Paz, le entregaron la grulla de la Paz, por ser Paysandú, desde 2012, una Ciudad Comprometida con la Paz.
En diálogo con los medios de comunicación, Susana Galusso dijo que espera que “Paysandú siga trabajando por la paz”, agregando que se han brindado charlas en escuelas y con internos del Instituto Nacional de Rehabilitación en Paysandú. Por su parte Sonia Binneweis dijo que como sugerencia se le planteó al intendente que la Grulla de la Paz pueda ser colocada en el atrio de la intendencia junto a la Bandera de la Paz.
En el acto el único orador fue el Coordinador de Museos Departamentales, Alejandro Mesa, quien manifestó que la primera referencia textual sobre los orígenes de Paysandú es un mapa misionero de 1749. “En tiempos de la revolución artiguista el lugar sufrirá capitulaciones y recapitulaciones, hasta que en 1815, en la etapa más radical de la campaña artiguista, hacen de Paysandú la capital interina de los orientales”.
El 8 de junio de 1863 el ex Presidente Bernardo Berro, firmaba la Declaración de Paysandú como ciudad, aprobada por la Cámara de Representantes.
El Coordinador de Museos agregó que “Paysandú como ciudad es consecuencia de un espíritu de convivencia pacífica, de una idealización más o menos consensuada de un proyecto cívico, de laboriosidad y tenacidad. A pesar de la devastación que sufrió posteriormente, Paysandú resurgirá de sus escombros. A fin de cuentas, entre aquellos ladrillos pulverizados por la metralla, entre esas maderas astilladas por el asedio y entre los fragmentos de mármol de aquella representación que hablaba de la libertad, habían quedado grabados indemnes los rasgos de un Paysandú que soñaba futuro”, concluyó Mesa.